CCOO de Industria | 20 abril 2024.

SITUACIÓN INDUSTRIAL

Agustín Martín: “No puede cambiar cada cuatro años el modelo industrial, energético y educativo”

    La industria es básica y no puede esperar a que llegue un nuevo inquilino a La Moncloa para tomar decisiones. Se ha destruido el 30% del tejido industrial y el empleo temporal no deja de crecer. En la última entrevista al secretario general de CCOO de Industria, Agustín Martín se acerca a la situación industrial del país. El sindicalista cree que ya ha llegado el momento de pasar de las palabras a los hechos y reclama un pacto de Estado. “Concretar qué decimos cuando hablamos de modelo productivo, cómo va a ser el modelo energético y cómo debe ser la digitalización”. Es fundamental, explica, “tener claro” qué sectores debemos impulsar, cuáles son los que hay que proteger y cuáles necesitan de un periodo de transición porque tienen una vida limitada.

    28/09/2016.

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    La calidad del empleo en la industria se deteriora. El empleo temporal en nuestro ámbito crece a un ritmo del 14%. ¿La industria ha dejado de ser un ejemplo de empleo estable y de calidad? ¿A qué se debe este aumento de la precariedad en nuestros sectores?

    El Gobierno ha intentado situar la salida de la crisis sobre los hombros de los más débiles. Y lo ha tradado de conseguir a través de la devaluación de los salarios y de la precarización de los derechos en el ámbito laboral. También se ha visto afectado un sector industrial que, no olvidemos, ya venía situándose en una debilidad por las políticas que se habían acometido en décadas anteriores, pero que en este proceso ha contado con elementos que han empeorado la situación.

    Se ha destruido el 30% del tejido industrial de nuestro país. Y esa destrucción, junto con los altos niveles y tasas de desempleo, genera una disminución en la capacidad de respuesta y, por lo tanto, una degradación de las condiciones. Revertir eso es el objetivo. Para revertirlo es necesario poner otra vez en el centro de mira la necesidad de ese reforzamiento del modelo productivo donde la industria debe jugar un papel importante junto con otros sectores.

    CCOO ha reclamado hasta la saciedad un Pacto de Estado que permita desarrollar políticas que sean efectivas a largo plazo. Este país tiene que resolver cuestiones que son prioritarias para alcanzar pactos que superen la legislatura. ¿Es tan difícil hacerlo entender?

    La industria es básica para cualquier país. Hablemos de qué industria, sobre todo en un momento donde se está poniendo en marcha un proceso de recomposición de todo el modelo de funcionamiento industrial en el mundo. España tiene gran capacidad de desarrollo en ese ámbito. Lo hemos demostrado con sectores estratégicos como el del auto, el sector de la industria química, el sector agoralimentario. Basemos nuestro desarrollo económico en esos sectores industriales. Y eso no se puede hacer en cuatro años. Eso no se puede modificar cada cuatro años.

    Un país que trate de situar un cambio de modelo, o al menos reforzar un modelo determinado, tiene que configurarlo en base a un Pacto de Estado. Pacto de Estado que no significa que no haya diferentes opiniones sobre cómo ponerlo en marcha y desarrollarlo en diferentes legilaturas. Pero no podemos estar supeditados a que cada cuatro años, cada cambio de gobierno, cambien radicalmente las políticas en el ámbito industrial, energético y educativo.

    Si no somos capaces de construir entre todos y todas un hilo conductor que garantice un desarrollo en un plazo de 20 ó 30 años de ese modelo energético, industrial y formativo, difícilmente seremos capaces de hacer algo coherente.

    La clave está en dar con el modelo productivo que sea capaz de generar empleo ¿Por dónde empezamos? ¿Dónde hay que hacer hincapié?

    ¿Qué queremos decir cuando hablamos de modelo productivo? No estamos diciendo quitar lo que hay para poner otra cosa. Estamos diciendo que seamos capaces de prever hacia donde va el desarrollo industrial. Que seamos capaces de anteponernos a los cambios que va a significar, por ejemplo, el desarrollo de la digitalizaión en el sector industrial, que seamos previsores en aquellos ámbitos de producción que van a tener futuro y que también seamos previsores en aquellos otros ámbitos que van a tener un dearrollo limitado.

    Nosotros nos hemos quedado en tierra de nadie porque no había ninguna política que haya favorecido el que estemos entre esos países de primera línea que estén trabajando en la innovación y en la puesta en marcha de políticas que permitan afrontar la industria del futuro.

    Este país necesita estar en ese debate, en esa línea de trabajo y para eso es fundamental tener claro qué sectores debemos impulsar, que sectores debemos proteger, y qué sectores industriales tenemos que prever que tienen una vida determinada y, por lo tanto, hacer un periodo de transición que garantice que somos capaces de recomponerlos con nuevos sectores de actividad.

    Te hemos oído decir reiteradamente que urge un nuevo modelo educativo, un nuevo modelo productivo y un nuevo modelo energético. ¿Cómo deben ser?

    Hay dos piezas básicas para reforzar el modelo productivo, una es el modelo energético y la otra el educativo. Un modelo energético que se tiene que basar en dos elementos: energías limpias, sostenibles y competitivas que nos permitan tener una industria que compita en el marco internacional y, sobre todo, una energía que permita una garantía de acceso al conjunto de la sociedad. No podemos estar en una situación como la actual donde la estructura de confituración de precios y de generación energética esté llevando a millones de personas a la pobreza energética. No ser capaces de poder acceder a los niveles mínimos de consumo energético que les permita un nivel de vida adecuado.

    Además, necesitamos poner en línea la formación reglada, la formación continua y la formación para el empleo para que se garantice que cualificamos a nuestros jóvenes para las profesiones que van a existir cuando se incorporen al mercado de trabajo. Que garantizamos que la gente, cuando está trabajando, tiene opción a formarse de manera continua dentro de esa misma línea para poder recualificarse en los cambios que se producen durante su vida laboral. Y estamos hablando de una formación para el empleo conectada para garantizar que las pesonas que salen del mercado de trabajo porque son despedidas, tienen capacidad de recuperar formación y cualificación para volver a integrase.

    Estamos en la peor situación, donde gran parte de las personas que han sido expulsadas del mercado de trabajo en estos años tienen muy pocas capacidades y condiciones para volver a insertarse. El Partido Popular ha desmontado todo el sistema de formación para el empleo y todo el sistema de poder reinsertarse en el mercado laboral a través de un proceso de cualificación.

    A esto hay que unir la otra pata, que es el papel de las universidades y de la inversión pública y privada en la investigación y el desarrollo. Porque si no tenemos claro que el nivel de modernización y desarrollo que están teniendo diferentes sectores industriales tiene que estar muy basado en que una parte importante de la creación de conocimeinto se tiene que dar el ámbito de la investigación y el desarrollo, este país será meramente un desierto de generación de conocimiento.

    Está a punto de arrancar el foro de debate que CCOO de Industria ha puesto en marcha para analizar los retos y amenazas de la digitalización y de la industria 4.0. Serán seis meses de intenso trabajo. ¿Cuál es el objetivo?

    A eso que llamamos industria 4.0 hay que ponerle nombre y apellidos, hay que decir qué es. Es el momento de concretar qué decimos cuando hablamos de modelo productivo, es momento de concretar qué es y cómo va a ser cuando hablamos de modelo energético, es el momento de concretar qué es y cómo debe ser la digitalización. Para nosotros la digitalización es un elemento que es fruto del proceso continuo que estamos viviendo. Hemos pasado de una industria basada en la máquina de vapor a una industria mucho más desarrollada que tiene que dar otro salto.

    ¿Qué tenemos que garantizar? Que eso se hace sin perder empleo, sin deteriorar las condiciones de trabajo de la gente y, sobre todo, que eso sirve para mejorar la calidad de vida. De nada valdría avanzar en todo este proceso para únicamente conseguir mayores beneficios para las multinacionales. Por lo tanto tenemos que hablar y situar en primer plano la organización del trabajo, el tiempo de trabajo, el cambio en las fórmulas y, por lo tanto, eso también tendrá que implementarse con garantías.