CCOO de Industria | 19 abril 2024.

El nuevo convenio del campo de Extremadura impulsa la tarjeta profesional agraria y una subida salarial del 2,1% en tres años

  • Beneficia a más de 60.000 trabajadores y trabajadoras por cuenta ajena

El nuevo convenio del campo contempla una subida salarial del 2,1 por ciento acumulada en los tres próximos años, a razón del 1% en 2016, del 0,6% en 2017 y del 0,5% en 2018, y asimismo impulsará la creación de una tarjeta profesional agraria similar a la TPC del sector de la construcción, con el objetivo compaginar la lucha contra la siniestralidad laboral y facilitar la contratación en el sector.

27/07/2016. Extremadura
Firma convenio de el campo de Extremadura

Firma convenio de el campo de Extremadura

El convenio del campo es el más importante en Extremadura en términos absolutos de trabajadores y trabajadoras por cuenta ajena a los que afecta, alrededor a 60.000, además de a 10.000 empresarios.

CCOO ha sido uno de las organizaciones protagonistas en la firma de este convenio que también ha sido suscrito por UGT y las organizaciones agrarias UPA-UCE Extremadura, COAG y Apag Extremadura Asaja. Nuevamente, Asaja Extremadura (Cáceres) no lo ha firmado alegando que el país se encuentra en una situación de incertidumbre.

El responsable del Sector Agrario de la Federación de Industria, Francisco Corbacho, valora los avances conseguidos en el texto, aunque subraya deja una cuestión importante que no se ha resuelto por la falta de voluntad del empresariado, que es una mejor especificación de las categorías profesionales en las tareas que se realizan en las centrales hostofrutícolas. Para CCOO, estas labores son más propias de una industria que del sector agrario y sería beneficioso para el sector esta consideración porque daría mayor seguridad y estabilidad al colectivo empleado.

Así, explicó que la evolución de las labores agrarias ha desembocado en una diferenciación entre las tareas que realizan los agricultores en el campo frente a las que desempeñan los empleados de las centrales hortofrutícolas, en las que además de envasar, se transforman los productos. "Es una industria", remarca.

En su opinión, se trata de actividades distintas, cuya diferenciación debería estar contemplada en el convenio. "No es lo mismo un carretillero que un tractorista; ni un manipulador que un peón pelado", aclara.

En cuanto a la futura TPA, que el convenio se ha marcado su impulso a lo largo de sus tres años de vigencia mediante la puesta en marcha de una comisión que estudie, pretende dar una solución al "incremento sustancial" de accidentes laborales en el sector.

Con ella, se busca un mecanismo por el cual el trabajador que es contratado cuente al menos con una formación básica en prevención de riesgos laborales. Asimismo, dada la eventualidad propia del sector agrario, pretende solucionar las dificultades que provoca a la hora de contratar a los trabajadores la obligatoriedad de presentar una certificación médica.

Todas las partes han mostrado su satisfacción porque la larga negociación se haya plasmado al final en un acuerdo. Esto permitirá dar estabilidad y tranquilidad al sector durante los próximos dos años y medio.