CCOO de Industria | 23 abril 2024.

La estrategia sindical y los efectos de la digitalización y de la industria 4.0 en la legislación laboral marcan el último encuentro que organiza el IESEI

    El Instituto de Estudios Sociales y Económicos para la Industria (IESEI)ha cerrado el ciclo de debate sobre digitalización e industria 4.0 que inició hace seis meses y en el que han participado 17 ponentes.En laoctava sesión intervino Antonio López Peláez, catedrático de Trabajo Social y Servicios Sociales de la Facultad de Derecho de la UNED y Máximo Blanco, director del IESEI y secretario de Estrategias Sectoriales de CCOO de Industria.

    22/03/2017. CCOO de Industria
    Última sesión de debate sobre digitalización e industria 4.0

    Última sesión de debate sobre digitalización e industria 4.0

    La última sesión del foro de debate que ha organizado el IESEI tenía como referencia el tratamiento de los efectos de la digitalización y la industria 4.0 en la legislación laboral y en las estrategias sindicales; el diálogo social tripartito; la concertación social territorial; las relaciones laborales y la negociación colectiva; además de la actuación sindical en las empresas.

    Antonio López comenzó resaltando la importancia del proceso de mecanización y robotización que se abre en el nuevo proceso digital y sus efectos en el empleo. Desde el punto de vista geográfico, Asia representó dos tercios de todos los robots industriales instalados en 2015, señalando que los países con el mayor stock de robots industriales activos son también los más industrializados: China, Japón, EEUU, Alemania y Corea del Sur,al igual que en otras tecnologías clave.Sin ocultar el hecho de que el stock de robots industriales también está creciendo sustancialmente en muchos otros países, haciendo que la inversión en robots sea una característica general del crecimiento económico en todo el mundo.

    En el campo de la robótica, aseguró que las principales características de este nuevo ciclo son la conectividad (internet de las cosas, la nube y grandes datos); la flexibilidad y adaptabilidad al medio ambiente (las nuevas generaciones de robots son más flexibles, móviles y cooperativas, aumentando así la productividad en diversos contextos); y la capacidad de trabajar lado a lado con los seres humanos.

    Para el catedrático de Derecho del Trabajo la tecnología no es neutral, va unida a un discurso que dinamita la concertación y produce un individualismo radical en las relaciones laborales, intensificando las dinámicas de trabajo y generando marcos donde es más difícil gestionar la tecnología que incorporamos. Lo importante, en su opinión, no es hablar sobre silos robots deben cotizar o no, o si reducen empleos, sinosobre el incremento de la productividad,de la redistribuciónyla organización del trabajo, la salud laboral y el tiempo de trabajo.

    El catedrático señaló que la desagregación del lugar de trabajo tendrá consecuencias negativas y no acarreará la disposición de más tiempo de ocio, como se suele comentar, porque el trabajo a distancia incrementa el tiempo de actividad. Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que las interacciones del tiempo de máquina determinan el ritmo de trabajo. Apuntó que la historia del derecho de trabajo es la demanda de nuevas regulaciones, incorporando riesgos que no existían con anterioridad.

    Hay que reforzar la negociación colectiva y la capacidad cooperativa en un entorno de cambios tecnológicos acelerados, legitimando la importancia del diálogo social, introduciendo la transformación de los horarios de trabajo, de la intensidad de la carga de trabajo y de las consecuencias de la digitalización. Los nuevos retos derivados de la revolución tecnológica digitalinfluyen sobre el capital financiero; los impuestos y los salarios; además de la formación continua y la adaptación a los entornos digitales. Es el modelo de digitalización por el que se apueste el que definirá el resultado positivo o negativo del proceso y nunca la incorporación de la digitalización por sí misma la que crea desarrollo, productividad, favoreciendo el bienestar social.

    El papel de las instituciones, las empresas y los sindicatos

    Para el director del IESEI, es muy difícil conocer las consecuencias futuras del proceso disruptivo que se abre. Lo que es evidente es que afectará al tipo de empleo y a las condiciones de trabajo, quizás acompañado de una precariedad estructural, teniendo en cuenta que se pretende seguir reduciendo la estabilidad en el empleo y la remuneración por cualificación. Es preciso, aseguró en su ponencia, evitar por todos los medios el incremento de la quiebra social, afectando a la cohesión económica, territorial, laboral, incidiendo en los déficits actuales y teniendo en cuenta los efectos a largo plazo, por lo que las medidas de anticipación son fundamentales.

    Nadie duda de los efectos que tendrá en aspectos como la propiedad intelectual, la fiscalidad, protección de datos, remuneración del trabajo, tiempo de trabajo, derechos laborales, responsabilidad de los accidentes trabajo, cotizaciones a la Seguridad Social, haciendo especial referencia a la vinculación universidad-empresa y la obligación permanente de la formación en las empresas. El desafío clave es la forma de llevar a cabo la inversión en habilidades digitales, tanto en el sistema educativo como en los lugares de trabajo.

    Por parte de las empresas, se debe contemplar el revertir las ganancias originadas por los incrementos de la productividad por la incorporación de tecnologías, además de la necesidad urgente de cambios radicales en las políticas de RRHH; valorando el conocimiento y eficiencia de las tecnologías sobre competitividad salarios.

    Las instituciones deben tener en cuenta que el problema no reside exclusivamente en la cantidad de empleo afectado, sino en los factores de protección y cohesión social para los perjudicados. Por lo que, la solidaridad seguirá siendo fundamental para prevenir los riesgos sociales y evitar los de pobreza. Y, para los sindicatos, un nuevo modelo de sociedad digital requiere abrir líneas de colaboración y establecer un compromiso entre organizaciones empresariales y sindicales. Participar en el rediseño del modelo de relaciones laborales y reorientar la acción del sindicato hacia objetivos más generales, a través de la expansión y la distribución justa de empleo;equilibrada participación en las ganancias de la prosperidad;el derecho a la información; la salud, el cuidado, la vejez;derechos de la cogestión y la representación de los trabajadores en las nuevas formas de trabajo…

    Un profundo debate sobre los efectos laborales y sociales

    La protección social, la renta básica, los autónomos (TRADE), la regulación laboral y la organización del trabajo fueron elemento clave del debate. Existe un punto de inflexión crítico, una franja que cambiará las cosas en lo social y lo económico, cuyo resultado es “quien estará y no estará al final del trayecto”. Nos jugamos mucho, porque están cambiando las reglas del juego y se acompaña de un vacío legal que ampara las actividades de las plataformas colaborativas, que “son prestadores de servicios o intermediarios”.