CCOO de Industria | 20 abril 2024.

Las Bombas, el Carbón, la Industria y Teresa Ribera

    El diario regional "La Nueva España" publica en su edición de este martes, un artículo de opinión del secretario general de CCOO de Industria de Asturias. Damián Manzano analiza las manifestaciones que un día tras otro realiza la responsable de Transición Ecológica en el Gobierno, Teresa Ribera.

    11/09/2018. CCOO de Industria de Asturias
    Damian Manzano,secretario general ccoo de industria de Asturias

    Damian Manzano,secretario general ccoo de industria de Asturias

    A lo largo de la última semana hemos asistido a otro baile de declaraciones, rectificaciones y como resultado la creación de una incertidumbre totalmente innecesaria por parte de una de las integrantes del gobierno de Pedro Sánchez.Ha sido la ministra de Defensa en esta ocasión, anunciando la cancelación de la venta de material bélico a Arabia Saudita y posterior rectificación, tras las consecuencias que se han dejado entrever para la continuidad en la fabricación de buques de guerra para ese mismo país en los astilleros de Navantia en Cádiz.

    Quiero trasladar a los trabajadores y trabajadoras de Navantia nuestra solidaridad desde CCOO de Industria de Asturias ya que aquí también padecemos las consecuencias de los vaivenes políticos.

    A tal punto ha llegado la situación que Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, ha exigido que se garantice la carga de trabajo de los astilleros.Y el alcalde de Cádiz, Jose María González “Kichi” en carta publicada en los medios de comunicación ha manifestado con rotundidad, y cito literalmente “¡que vengan los pedidos!, los firmados y los que estén por firmar” y también “que nadie nos obligue a decidir entre defender el pan o la paz.”

    Me quedará siempre la duda de si el énfasis en sus declaraciones está en relación inversamente proporcional a la cercanía de los procesos electorales, autonómicos en un caso y municipales en el otro, que ambos políticos tienen que afrontar. Pero ahí están y quiero añadir que nadie, en su sano juicio, sacará en conclusión que Susana Díaz o Jose María González, ni mucho menos los compañeros y compañeras de Navantia, se frotan las manos ante un conflicto bélico, este u otro, que garantice su carga de trabajo y su empleo.

    ¿Por qué toda esta introducción y que tiene que ver con Asturias?

    Pues mucho.

    Llevamos advirtiendo desde CCOO de Industria de las consecuencias que sobre nuestra región puede tener el denominado proceso de Transición Energética.Y mientras tanto la ministra Teresa Ribero, desde el inicio de su “responsabilidad” al frente de la cartera ministerial de la que es titular no ha dejado de soltar perla tras perla.No ha dejado palo sin tocar. Desde que “el carbón tiene poco futuro” hasta declarar que “el diésel tiene los días contados”.

    Manifestaciones en las que parece además ampararse en una supuesta superioridad moral en lo que cuestiones medioambientales se refiere al punto de afirmar sin rubor que en el proceso habrá “ganadores y perdedores” o que su “segunda prioridad” es el empleo. Ahí es nada.Aderezado esto con cifrar el coste de la Transición Energética en 80.000 millones de euros para subirlo posteriormente y por boca del Secretario de Estado de Energía la semana pasada a 100.000.Y como broche final el famoso “cuatro por uno” en lo que a generación de empleo se refiere al que Hugo Morán, a la sazón responsable de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y ex alcalde de Lena, municipio en su día minero, parece haberse abonado. ¡Si sabrá el del tema, faltaría más!.

    Eso sí, a la vez que todo lo anterior Ribera declara que “no va a hacer ninguna barbaridad con el carbón”.

    Sería importante que dejase de hacer barbaridades tanto con el carbón y con el resto de la actividad industrial como desde CCOO le exigimos en un comunicado de ámbito estatal.Lo mismo que con el caso de las bombas que aparentemente nada tienen que ver con las corbetas de Navantia, pero que se ha demostrado que lo tienen que ver todo, ha sucedido con la siderurgia, la industria del automóvil, la industria electrointensiva y un largúisimo etc al calor de estos pronunciamientos. Y en un momento en el que inversiones multimillonarias están en fase de desarrollo echar la lengua “a pacer” no parece la mejor estrategia para un político que se precie de serlo.

    Ni tampoco culpar “urbi et orbi” a comunidades autónomas, consejeros y por supuesto sindicatos, de la actual situación del sector de la minería. Esta “Eva” de la política olvida que su partido, y ella misma, no llegan de nuevas y que los trabajadores simplemente exigimos, tanto a los gobiernos de los que ella formó parte como de aquel al que ha sustituido que se cumpliese lo pactado para no llegar a estos extremos.Si de buscar responsabilidades se trata quiero recordar que fue Teresa Ribera quien firmó la declaración de impacto ambiental del Proyecto Castor, destinado al almacenaje de Gas Natural y que ha supuesto miles de millones en costes inútiles para el conjunto de la ciudadanía. Todo un antecedente de buena gestión política que vuelve a demostrar cuando calcula el coste de la Transición Energética, que más se parece a la puja del campanu que a otra cosa.

    Pero en los últimos 15 días Ribera ha caído en la cuenta de que el carbón y la nuclear son imprescindibles para el sostenimiento del sistema eléctrico ante la incapacidad de las renovables. Y que, en virtud de esa política fiscal que penaliza, se supone que para desincentivar su uso, a las energías emisoras de CO2 que por otra parte son absolutamente necesarias ¡nos termina subiendo el coste del recibo de la luz!. Todo un baño de realidad.

    Desde CCOO de Industria de Asturias nos parece especialmente grave y preocupante que desde el Ministerio de Transición Ecológica se esté enfocando al sector de la minería y las térmicas como el chivo expiatorio al que culpar de todo lo habido y por haber en lo medio ambiental.Es cinismo puro declarar que el carbón es el culpable de ese aumento de precios. El culpable son las políticas que han sacado la conclusión, haciendo un símil, que ante la falta de trigo lo mejor es subir el precio del pan porque así bajará la demanda y desaparecerá el problema.

    Y lo que sucede en realidad es que si además de haber poco pan este es muy caro se mueren los que no pueden pagarlo.Por no decir la especulación feroz en torno a la compra venta de los derechos de emisiones de CO2 que se está produciendo y a costa del cual multinacionales que deslocalizan en Europa sus plantas fabriles se lucran sin freno.Hemos alertado desde CCOO de Industria de esta extraña confluencia de intereses entre los sectores politicamente medioambientalistas y del sector eléctrico y especulativo y ahí están algunas de las consecuencias

    Por cierto, y a modo de inciso: estamos a 3 meses vista del final de la subasta de interrumpibilidad y ni una sola palabra sobre el tema.

    Teresa Ribera tiene en los próximos meses la oportunidad de dejar de hablar y empezar a hacer. Y hay algo que puede hacer de inmediato: dejar de generar incertidumbre.Así no tendrá Pedro Sánchez que actuar de bombero, ante el empeño de su ministra en ejercer labores de pirómano, aclarando en su recientísima visita a Asturias que la transición energética será justa. “Díjolo Pedro, puntu redondu”.La realidad es que se lleva fraguando, no solo en nuestra región, pero sí que muy especialmente en ella, una tensión social entre los trabajadores y trabajadoras de la minería, la siderurgia, los sectores electrointensivos, el transporte etc que puede ser el preludio de un conflicto de dimensiones impredecibles.

    En mayo lo dijimos en una asamblea de afiliados y afiliadas de minería en Mieres: vamos a dar la batalla en defensa de los puestos de Trabajo. Y esto es extensible a toda la Industria donde se juegue con nuestro empleo. Que nadie piense en usar la minería como víctima propiciatoria de ningún proceso al que no reconocemos ninguna superioridad moral que esté por encima de llevar un salario digno a casa. Que nadie cometa la osadía de pensar que porque somos menos no lo afrontaremos con la contundencia que siempre hemos hecho.

    Déjese de soltar “bombas ” en forma de declaraciones, señora ministra, y póngase a trabajar.